jueves, 10 de abril de 2014

EL MUNDO ES UN PAÑUELO

No es basket, pero es un acto coorganizado por la asociación. No es basket, pero es historia. Historia próxima, cercana y a los que tenemos cierta edad, nuestros padres, abuelos o familiares nos explicaron sus vivencias en primera persona. No es basket, pero me apetecía escribir en mi blog esta historia.
Hoy, jueves a las 18:00 h. en la Biblioteca Salvador Cabré de Singuerlín pasaremos, en colaboración con la Concejalía de Participació Ciutadana, el documental: Guillena 1937.
En este documental, veremos el proceso de exhumación de una fosa de la Guerra Civil en la que había 17 mujeres fusiladas y la historia de estos hechos.
Para que comprendáis el título y la razón de este artículo, retrocederemos a julio de 2013.
Trabajos de localización. Realizando catas. Foto Domingo

Estaba en mi pueblo de adopción, Tocón (Granada), y me llegó la noticia de que un equipo de arqueólogos estaba buscando una fosa de la Guerra Civil en la tapia exterior del cementerio. Al día siguiente, para allá que me fui y conocí a las personas que estaban trabajando: Daniel, arqueólogo, y dos auxiliares Basilio y Buba. Trataban de localizar la fosa, de la que no tenían la situación exacta. Su misión en un principio era localizar la fosa, para en una segunda fase, realizar la exhumación. El proceso de búsqueda se realizaba mediante catas, de entre 80 y 100 centímetros de profundidad, según permitiera el terreno.
Daniel, desde un principio, me permitió colaborar con ellos y sobre todo aprender mucho. Recabamos información entre la gente mayor del pueblo, solventamos averías en las herramienta, etc. Cada día era una lección magistral, siempre que podía pegado a Daniel, preguntando y cuando no preguntaba el mismo me explicaba el trabajo que iba realizando.
Llevaríamos unos veinte días buscando sin resultado. Se había limpiado el terreno, se habían realizado 45 catas y se habían pasado en algún día, de los que tenían previsto. Así se llegó a un viernes, en el que me dijeron que sería el último día. Si no se localizaba, se dejaría. Decidieron hacer dos catas más alrededor de donde lo estaban haciendo, sobre la mitad de la tapia y si no había suerte se realizarían tres más (la 48-49 y 50) en el extremo de la misma. La 50 sería la última.
Extracción de material. Foto: Domingo
La cata 46 no dio resultado positivo, pero la 47 si lo dio. Cuando la sonda extractora llego al final de su recorrido, se escuchó un crujir. Al retirarla y esparcir cuidadosamente la muestra de tierra extraída, traía consigo unos huesecillos y un botón de camisa, tras su estudio visual inmediato, Daniel dio por localizada la fosa.
Dentro de la tragedia y seriedad que suponen estos temas, os podéis imaginar la alegría que cundió entre los que estábamos allí.
Se había cumplido con el trabajo. Unos meses después se exhumaban los restos de dos mujeres fusiladas.
Os explico todo esto, como reconocimiento a estas personas, arqueólogos y arqueólogas, ayudantes, antropólogos-forenses, etc. Que si, es su trabajo, pero además de su profesionalidad, realizan estos trabajos por unos valores, ideales y con una sensibilidad exquisita.
Cata 47. Foto: Domingo
Tras conseguir la localización. Foto: Domingo














Tres meses después y ya de vuelta a casa, encontré el documental Guillena 1937 y me pareció interesante para proyectarlo en nuestra ciudad, con motivos de los actos sobre recuperación de la Memoria Histórica. Cuál fue mi sorpresa al visionarlo por primera vez, cuando vi que los arqueólogos que exhumaron aquella fosa, eran Daniel y su equipo. El mundo es un pañuelo.
Esta tarde, estará con nosotros Daniel Barragán Mallofret, para ofrecernos una charla sobre Fosas de la Guerra Civil. Tema en la que tiene una larga experiencia y a la que es muy sensible por principios. Somos muchas las personas que buscamos a algún familiar desaparecido y por una sola razón: por dignidad de las personas que están en una cuneta o en la tapia de un cementerio.

Trabajos de exhumación. Foto: Miguel Angel Espejo González 




Domingo Cardona ©